sábado, 7 de junio de 2014

RESPONSABILIDAD SOBRE LA INFORMACIÓN QUE SE DIFUNDE

Todos los medios de comunicación cumplen con un papel fundamental para la sociedad pues por medios de estos tenemos conocimientos de los echos, ya que lo que ellos nos muestran el lo que al final podemos conocer; es claro que de su honestidad, veracidad y transparencia sabremos que lo que pasa en nuestro mundo es real.
También sabemos que tener acceso a la información es un derecho y que todos tenemos la obligación de de darla conocer y aceptar esa responsabilidad incluye el cuidado y la atención en el manejo de  la información, de manera que se use pude actuar en beneficio de quien la da o la recibe.

COMPROMISO CON LA AUDIENCIA A LA QUE SE DIRIGE

Los encargados de difundir la información en cualquier ámbito, se trate de escuela o los medios electrónicos e impresos, deben asegurarse de que sus mensajes sean claros y al mismo tiempo respetuosos de la divercidad

miércoles, 4 de junio de 2014

La libre expresión de ideas y el derecho a la información son beneficios para la sociedad cuando hay responsabilidad en quien los ejerce, cuando el apego a la veracidad y a los ademas derechos se vuelven norma para el informador.
El ser humano requiere información para su desarrollo. con ella puede orientar su acción en la sociedad, con esta  también puede ver participación ciudadana ; de otra manera la sociedad difícilmente podría colaborar en toma de decisiones publicas, por esos es necesario que los ciudadanos tengamos acceso a la informacion, tanto que este se convirtió en un derecho constitucional con la reglamentación correspondiente para su ejercicio efectivo: Ley de Trasparencia y Acceso a la Informacion Publica Gubernamental.


La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental es una ley de los Estados Unidos Mexicanos que reconoce y regula el derecho individual al acceso a la información de las instituciones y organismos del Estado. Se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 11 de junio de 2002.
La Ley recoge, en su exposición de motivos, la necesidad de garantizar la participación democrática de los ciudadanos mediante el acceso completo a la información sobre los asuntos del Estado desarrollando el artículo 6 de la Carta Magna de México que garantiza el derecho de información, con los siguientes objetivos:
  • Establecer un modelo administrativo abierto y democrático en contraposición al modelo cerrado y "criptográfico" anterior.
  • La eficiencia administrativa a través de la rendición de cuentas y la supervisión ciudadana.
  • La reducción de la corrupción.
  • El derecho reconocido por esta Ley se otorga a cualquier persona, con independencia de su nacionalidad. La información se pondrá al alcance de la población de forma directa o mediante trámites sencillos sin que sea necesario justificar interés alguno a través de una oficina única para cada organismo.
    • Los ciudadanos tienen el derecho a requerir información. Para ello se establece un procedimiento para la Administración Pública Federal y permite a los demás poderes, instituciones y organismos la definición de reglamentos específicos para el ejercicio de este derecho.
    • El Estado pondrá de oficio al alcance de los ciudadanos un conjunto de información, tanto detallada como agregada, que permita conocer las actividades del Estado de forma permanente, sin que sea necesaria solicitud alguna. El medio principal para la difusión de esta información será Internet.
    • La publicidad de la información debe respetar la privacidad de los individuos. Transitoriamente, la Ley definía una serie de pautas para el tratamiento de la información personal hasta la publicación de la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
    • El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) es un organismo del Poder Ejecutivo Federal de México, con autonomía presupuestaria y de decisión. Es encargado, fundamentalmente, de:
      • Garantizar el derecho de acceso de las personas a la información pública gubernamental.
      • Proteger los datos personales que están en manos tanto del gobierno federal, como de los particulares.
      • Resolver sobre las negativas de acceso a la información que las dependencias o entidades del gobierno federal hayan formulado.
      El funcionamiento interno del IFAI se rige por su propio reglamento.
George Orwell distinguía entre dos significados de la palabra democracia: una práctica electoral equitativa y transparente que conduce al gobierno de las mayorías, y una cultura de la convivencia y plena legalidad en la que se respeta al individuo y se ejercen las libertades políticas esenciales: expresión, pensamiento, organización. En ambas acepciones, pero sobre todo en la segunda, la democracia ha llegado a México con un adjetivo: adolescente. Es una democracia que ignora sus propios mecanismos y límites, vociferante e irresponsable, emocional y no inteligente. Tal vez es natural que sea así: nuestra historia nos preparó para simular la democracia, no para ejercerla. El problema es que no tenemos tiempo que perder: en términos políticos seguimos siendo un país marcadamente subdesarrollado y una recaída en el ciclo perverso que nos ha golpeado al final de los últimos cinco sexenios podría tener consecuencias inimaginables: recaída en el caudillismo populista, brotes de fundamentalismo contracultural, aislamiento económico en un mundo vertiginosamente globalizado, violencia política general y hasta intentos de secesión. Por eso debemos comenzar a madurar ahora mismo. Hay cinco agentes históricos de alta responsabilidad en el proceso: los candidatos, los partidos, el gobierno, los medios de comunicación y la sociedad civil.

     Los precandidatos de hoy, candidatos de mañana, deben ser protagonistas de una contienda ejemplar. Dura y hasta despiadada si se quiere, pero civilizada y limpia. No una guerra por otros medios (o por los medios) sino una lucha respetuosa y tolerante. La carrera presidencial debe ser en sí misma una cátedra ininterrumpida de democracia. Más allá del carisma, los prestigios míticos o las lealtades corporativas que tenga un candidato, lo que debe resaltar es su visión. ¿Qué país vislumbra para la vuelta del siglo, a corto y largo plazo? Los ciudadanos no pueden conformarse con vaguedades sentimentales, declaraciones insustentables o demagógicas utopías. Las visiones deben ser claras y cuantificables, referirse a los problemas nacionales con criterios de prioridad y anclarse en las preposiciones básicas: qué hacer, cuándo, con quiénes y como.